Qué es un mandala, su significado y cómo colorearlos

mandalas geométricos para colorear

Qué es un mandala

La palabra Mandala es proveniente del sánscrito y significa “círculo sagrado”, la forma perfecta y símbolo de la eternidad. Se pronuncia [mándala].

Un Mandala representa el microcosmos y el macrocosmos, la totalidad o un diagrama cósmico que nos recuerda nuestra relación con el infinito, que se extiende más allá y dentro del cuerpo y la mente.

El mandala aparece representado en la naturaleza y en todos los aspectos de la vida. La Tierra, el Sol, la Luna y los círculos de la vida, son todos circulares, tiene un centro y ramificaciones que abarcan a amigos, familiares y comunidades.

Los mandalas son diseños circulares que simbolizan la idea de que la vida nunca termina.

Para la India, y en particular para los practicantes del hinduismo, los mandalas tienen un significado espiritual. Los hindúes fueron una de las primeras religiones en usar un mandala como herramienta espiritual, pero los mandalas con los que la mayoría de las personas están familiarizadas son los budistas.

Los mandalas se usan para meditar. Al estar dibujando o coloreando un mandala, se eleva la conciencia de ser uno con el universo. Es decir, se parte de un centro para ramificar una serie de conceptos o derivaciones.

Y aunque se cree que los mandalas solo son budistas o hindúes, también se han encontrado representaciones gráficas judías, cristianas y de otras orientaciones religiosas.

Entre las representaciones de los mandalas en las religiones cristianas, se encuentran catedrales con vidrieras estilo gótico en París y Colonia, en Alemania, o las vidrieras de la catedral de Almudena, entre otras.

Significado de los mandalas y cómo usarlos

Los mandalas tienen varios significados, subjetivos o literales, y representan la simetría de los elementos, que en su camino, giran de forma armónica desde un centro en común.

Los mandalas pueden ser creados para simbolizar el viaje a través de la vida, o bien, contar la historia de un individuo o grupo.

Cómo colorear un mandala

  1. Selecciona un mandala que te atraiga
  2. Debes conocer el significado del mandala que has elegido o establecer tu propio significado antes de usarlo para la meditación
  3. Una vez que has establecido la intención, o drishti, puedes iniciar a colorear

Deja que tu mente divague, permítete no pensar en nada, o bien, deja fluir los pensamientos, déjalos ir, no te quedes con ninguno.

Si en algún momento te encuentras pensando en demasiadas cosas, no te juzgues, y deja ir los pensamientos. Devuelve tu atención a la belleza del mandala. Deja que el mandala absorba toda tu atención al ver sus formas y disfrutar de añadir el color.

Luego de un tiempo disfrutarás de una sensación de ligereza, así que relájate, disfruta y ¡pinta! Deja fluir a tu energía creativa.

Si en algún momento te sientes perdida o perdido, es decir, tal vez no sabes con qué color continuar, no te exijas demasiado, solo relájate, respira y toma el primer color que esté a la mano, y sigue.

Todos experimentan sentimientos diferentes.

Pero si tienes una actitud relajada mientras te centras en el mandala obviamente vas a relajarte. No es el mandala, el dibujo o colorear lo que “mágicamente” aquieta tu mente, sino el estado de relajación mental que viene al “no pensar en absolutamente nada”. A eso se le llama meditar.

Las formas de los mandalas

Los mandalas están formados por múltiples formas y elementos que le dan un significado particular, y aunque se puede usar cualquier elemento o patrón para la creación de un mandala, hay formas que se usan regularmente.

Círculo: significa “el verdadero yo”, la lejanía, la seguridad, el centro del universo y lo absoluto.

Espiral: simboliza movimiento y es una forma relacionada con la energía curativa.

Cuadrado: relacionado con la estabilidad y equilibrio.

Triángulo: forma relacionada con la transformación, el agua y la vitalidad.

Cruz: símbolo de los 4 puntos cardinales que refiere a la toma de decisiones.

Corazón: elemento universal que significa amor, felicidad y unión.

Estrella: símbolo de libertad y espiritualidad.

Pentágono: refiere a los 5 elementos de la naturaleza, aire (vaiu o pávana), agua (ap o yala), tierra (prituí o bhumi), fuego (agni) y éter (akasha).

Hexágono: estrella de 6 puntas, es el símbolo del macrocosmos, de lo espiritual y divino. El número 6 está relacionado en el hinduismo y budismo con el amor entre las personas que lo comparten. Es el símbolo de la dulzura del corazón.

Mariposa: elemento de transformación, transición, muerte, renovación del alma y renacer.

Laberinto: un recurso gráfico muy utilizado en la creación de mandalas que significa confusión, reflexión individual y búsqueda de “uno mismo”.

Cómo escoger los colores para un mandala

Aunque no hay una regla o patrón para colorear los mandalas, te vamos a explicar el significado de algunos de los colores, pero recuerda, pintar un mandala es más bien un acto de libertad en el que simplemente debes dejar de pensar y llevarte por el inconsciente.

Rojo: es el color de la vida, y de la sangre. Con este color fluye la fuerza, la energía, impulsividad, deseo y pasión.

Rosa: es el color del amor, la intuición, la delicadeza y la dulzura.

Naranja: el color de la creatividad, la auto-conciencia, el optimismo y entusiasmo y calidez. Además simboliza buena salud, movimiento y vitalidad.

Amarillo: un color ambivalente que simboliza precaución, pero que también trasmite alegría, energía, diversión e innovación. Es un color cálido como el naranja y está relacionado con la temperatura elevada.

Verde: el color de la esperanza, vida, así como la curación física y capacidad psíquica. Simboliza equilibrio, crecimiento, juventud y estabilidad.

Azul: es un color pacífico y tranquilizador. Transmite serenidad, armonía, paz interior, meditación, libertad, progreso y contemplación. Sin embargo tiene un polo opuesto que simboliza frío, soledad y tristeza.

Púrpura: es el color universalmente usado para reflejar espiritualidad, misticismo, poder y romanticismo. Sin embargo también tiene un poco opuesto que simboliza manipulación y autoridad.

Blanco: simboliza pureza, limpieza, inocencia y simplicidad. Es un color claro utilizado para representar longevidad y optimismo.

Negro: es un color bipolar, ya que puede simbolizar tanto lo positivo como lo negativo. Por un lado representa profundidad, receptividad, independencia, silencio y poder, pero también puede ser símbolo de estados como la tristeza, el aislamiento, sobriedad y desánimo.

Colorear mandalas como terapia ocupacional

La actividad de colorear mandalas no es una actividad que discrimina por edad, sexo o religión. Ni siquiera está atado a una única creencia filosófica o espiritual.

Colorear mandalas es una actividad libre que te puede ayudar como terapia ocupacional o simplemente como un tratamiento anti estrés que no implica riesgo alguno, y te garantiza diversión, relajación y terminar con una pieza de arte que podrás colgar en tu pared.

Si bien hay muchos y diversos diseños, el objetivo número uno de un mandala es absorber la mente del individuo para erradicar los pensamientos irritantes y negativos, o bien, pausarlos logrando alcanzar un estado mental de concentración.

Al estar el individuo concentrado en dibujar o colorear un mandala, se logra una mayor conciencia del “sí mismo” y del “tiempo o momento presente”, tal cual como si estuviera hipnotizado.

Esto permite que la mente, que suele estar siempre ocupada, tome un descanso para que la mente creativa fluya libremente.

Habiendo dicho eso, el mandala se usa principalmente como una forma de meditación para obtener conocimiento desde adentro.

No es que el mandala tenga propiedades mágicas, sino que es el individuo mismo el que logra estar en un estado de mayor conciencia al encontrar relajación y calma.

Terapia de Colorear Mandalas

  1. Ten listos lápices de colores y/o plumones.
  2. Pon música relajante de fondo. Nada que te lleve a determinado estado de ánimo. Puedes optar por escoger sonidos de la naturaleza, o música clásica neutral y relajante.
  3. Establece una intención. No te compliques mucho, la intención puede ser: disfrutar el “ahora” o el momento presente, dejar ir la preocupación por “x” situación, poner en pausa los pensamientos obsesivos, descubrir o redescubrir “mi camino” en la vida, o simplemente relajarte, tener un momento de paz o pensar más positivamente.
  4. Una vez que tienes clara tu intención, selecciona los colores que vas a usar y que reflejan esa intención.
  5. Ahora empieza a colorear. No te obsesiones con ningún tipo de pensamiento, ni positivo ni negativo, solo déjate llevar por el acto relajante de colorear.
  6. En algún momento te encontrarás con que has agarrado algún pensamiento y no se va, y no te permite que la energía creativa fluya. Es entonces cuando debes recordar tu intención, y repetirla. Y dejar ir los pensamientos, sin juzgarte, solo dejarlos ir.
  7. Concéntrate en tu intención durante toda la actividad.
  8. Deja que el dibujo fluya conectado a tu fuente creativa, como si colorear le diera vida propia y única al dibujo.
  9. Si crees que la energía está cayendo, para de dibujar y toma un descanso. Aprovecha para hacer respiraciones profundas y relajantes. Luego, cuando sientas esa conexión energética, sigue coloreando.

Colorear un mandala no debe significar un esfuerzo. Nadie te va a calificar. Tú no tienes por qué calificarte o juzgarte. Sólo deja fluir la energía, y disfruta de la actividad creadora.

No importa cuánto tiempo tardes en hacerlo.

Mira el mandala y siente la energía de llevar el blanco y negro a una gama de colores vibrantes. Y cuando termines, tómate un momento para disfrutar de lo que has creado.

Cuando ves el mandala finalmente coloreado notarás que el tiempo pasó más rápido o lento de lo que habías pesado, o notarás detalles que no decidiste conscientemente, porque tu hemisferio derecho, el de la intuición, estaba activado, así que es normal que en este proceso creativo hayas puesto más corazón que mente. Y eso está bien; es significado de haberte dejado llevar por la actividad.

Cuando hayas terminado de colorear tu mandala, colócalo en algún lugar que veas todos los días. Puedes enmarcarlo, o colgarlo de broches, armar un marco para ponerlo en tu recámara o escritorio o tomarle una foto y ponerlo en tu celular o computadora como fondo de pantalla.

Esto te recordará que tienes la capacidad para crear. Que lo que inicias, lo terminas. Y que puedes darte un momento de descanso y relajación, y dejar ir los pensamientos negativos o cero productivos que no aportan nada bueno.

Se libre. Fluye como un mandala.